Uno de los trastornos de la conducta alimentaria más comunes en la actualidad es la anorexia nerviosa, en la que las personas afectadas tienen una percepción distorsionada de su cuerpo, lo que las hace verse con un peso mayor al que realmente tienen y, para evitarlo, disminuyen dramáticamente la cantidad de comida que ingieren al día.
Por décadas, los especialistas de la salud han buscado diferentes abordajes de tratamiento para la anorexia nerviosa, optando por equipos multidisciplinarios que abarquen la psicología, nutrición, reeducación alimentaria, tratamiento farmacológico, e incluso de psiquiatras, gastroenterólogos o nefrólogos en algunos casos.
En años recientes ha surgido una nueva perspectiva de tratamiento para la anorexia: el consumo de CBD o cannabidiol. Hoy en el blog de Esencia Mental te contaremos todo lo que debes saber.
La anorexia nerviosa y otros trastornos de la conducta alimentaria
En México, se estima que el 25% de los adolescentes padece algún trastorno de la conducta alimentaria (TCA). De acuerdo con la Secretaría de Salud, la mayoría de los casos de TCA se asocian con problemas mentales, afectan más a mujeres jóvenes (especialmente adolescentes) y cada vez afectan a más jóvenes menores de 12 años. Lo más alarmante es que menos del 10% de las personas afectadas recibe algún tratamiento.
Los TCA más conocidos son la anorexia y la bulimia, pero a estos se les suman otros desórdenes, como la ortorexia: obsesión patológica e irracional por comer sano o la vigorexia: obsesión patológica por el estado físico y búsqueda por aumentar la masa muscular, lo que puede llevar al consumo de anfetaminas y anabólicos.
Los trastornos de la conducta alimentaria pueden afectar la salud física y mental al punto de poner en peligro la vida de quien los padece debido a que su cuerpo no recibe los nutrientes mínimos necesarios. Cualquier persona puede padecer un TCA, incluso quienes parecen ser saludables, como atletas y deportistas, personas con un peso normal o con obesidad.
No hay una sola causa de los TCA, sino una combinación de factores biológicos, genéticos, conductuales, sociales y psicológicos que pueden aumentar el riesgo de presentarlos. Algunos TCA se presentan juntos o comparten signos y síntomas, lo que dificulta su detección y tratamiento.
Características de la anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa es un TCA en el que las personas restringen severamente los alimentos que consumen, evitan comer o solo ingieren cantidades muy pequeñas de algunos alimentos. También es común que se pesen, que se tomen medidas y/o que se ejerciten de forma obsesiva ya que, aun cuando estén por debajo de su peso normal, se ven a sí mismas como si tuvieran sobrepeso.
Además de sus intentos constantes para adelgazar, las personas con anorexia suelen reflejar una autoestima influenciada por la forma del cuerpo, el temor a subir de peso y resistencia o rechazo a aceptar la gravedad de su condición.
Subtipos de anorexia nerviosa
En general, hay dos subtipos de anorexia nerviosa:
- Anorexia restrictiva. Consiste en limitar la cantidad de alimentos, calorías o tipos de alimentos que se consumen al día.
- Anorexia atracón-purgativa. Las personas con este subtipo de anorexia limitan la cantidad y tipo de comida que ingieren, pero tienen episodios de atracones seguidos por vómitos, uso de laxantes o diuréticos.
Consecuencias de la anorexia nerviosa
Con el tiempo, la anorexia nerviosa trae consecuencias graves para la salud, como:
- Anemia de leve a severa
- Pérdida de masa muscular y ósea
- Delgadez extrema
- Desgaste y debilidad de músculos y articulaciones
- Piel seca y amarillenta
- Cabello y uñas quebradizos
- Desmayos
- Estreñimiento grave
- Presión arterial baja
- Daño cardiaco y cerebral
- Fatiga crónica
- Amenorrea o pérdida del ciclo menstrual
- Descenso de testosterona
- Infertilidad
- Disminución de la temperatura corporal
- Osteoporosis
- Inflamación de los riñones
- Pancreatitis
- Alteraciones en dientes y dedos en caso de inducirse el vómito
El tratamiento oportuno es importante ya que la anorexia nerviosa suele acompañarse o complicarse por trastornos psicológicos como la ansiedad, ideas de suicidio y riesgo de complicaciones médicas por las secuelas del trastorno.
Diagnóstico de la anorexia nerviosa
Como mencionamos, el diagnóstico de la anorexia suele ser difícil de realizar por la resistencia a aceptar que este trastorno es una enfermedad. Lamentablemente, muchas personas son diagnosticadas después de padecer consecuencias como delgadez extrema, debilidad o desmayos.
Para descartar causas médicas y detectar posibles complicaciones asociadas, el médico realizará pruebas como:
- Exploraciones físicas. Valoración de estatura, peso, presión arterial, frecuencia cardiaca, temperatura, exploración de piel, uñas, dientes, cabello, abdomen, escuchar corazón y pulmones.
- Análisis clínicos. Exámenes de orina, pruebas de sangre como química sanguínea, prueba de la función tiroidea o una biometría hemática permiten conocer el estado de salud del paciente y descartar padecimientos que provoquen o exacerben el daño.
- Pruebas de imagen. El médico podría requerir radiografías para conocer la densidad ósea, descartar fracturas, detectar neumonía o problemas cardíacos.
- Evaluación psicológica. El médico podría canalizar al paciente con un especialista de salud mental para el diagnóstico de anorexia con base en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5) mediante cuestionarios o preguntas sobre las creencias, percepción corporal, pensamientos y hábitos alimentarios.
El potencial del CBD en el tratamiento de la anorexia nerviosa
Desde hace varias décadas, el CBD ha sido objeto de investigaciones sobre sus beneficios en diferentes condiciones médicas y trastornos psicológicos, incluyendo los TCA. La investigación sobre el CBD en el tratamiento de la anorexia nerviosa se basa en estudios clínicos y como parte de un enfoque de tratamiento multidisciplinario.
Aceites de CBD
El aceite con cannabidiol ofrece una dosificación fácil y controlada del CBD, beneficiando a quienes padecen ansiedad, depresión, insomnio, migrañas, TDAH y otras enfermedades.
Sus propiedades ansiolíticas, analgésicas, antiinflamatorias y neuroprotectoras hacen de las gotas de CBD una opción eficiente y versátil para el bienestar.
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Una de las principales evidencias radica en la relación entre la ghrelina (la hormona del hambre) y el sistema endocannabinoide para la regulación del hambre y la ingesta de alimentos.
El sistema endocannabinoide (SEC) y su relación con el hambre
El sistema endocannabinoide (SEC) es una red biológica similar al sistema nervioso central. Como sabes, las células nerviosas se llaman neuronas y se unen por neurotransmisores llamados agonistas, los cuales se mueven de una neurona a otra por un espacio pequeñísimo y provocan reacciones en cadena.
En el SEC, los agonistas se conectan a los receptores neuronales y forman receptores cannabinoides (CB1 y CB2). Los receptores CB1 se encuentran en el cerebro, el hígado, los pulmones y los riñones, mientras que los CB2 están en todo el cuerpo.
Ahora bien, el SEC es activado por los cannabinoides. Los que se producen naturalmente se llaman endocannabinoides y los que se encuentran en la planta de cannabis se llaman fitocannabinoides.
Los receptores CB1 se activan por el THC (tetrahidrocannabinol), que es un psicoactivo. Por su parte, los receptores CB2 se activan por el CBD puro, que no es psicoactivo.
Ahora bien, el SEC regula los sistemas corporales para mantener la homeostasis o estado de equilibrio para que el organismo funcione correctamente. Dentro de estos sistemas encontramos el hambre, los niveles de azúcar en la sangre, la cantidad de agua, eliminación de los desechos, entre otros.
Como mencionamos, el organismo humano produce endocannabinoides naturalmente para actuar con el SEC y garantizar que los procesos homeostáticos sigan funcionando. Esta es la razón por la que el CBD puede tratar diferentes condiciones en las que influye el SEC.
A través de los años se han realizado estudios para analizar la relación entre el CBD, la conducta alimentaria, las propiedades gratificantes de los alimentos y su influencia en el tratamiento de la anorexia nerviosa.
Por ejemplo, se ha estudiado el CBD: el cannabinoide no psicoactivo y que se ha utilizado en cientos de tratamientos para diferentes padecimientos porque no produce efectos psicotrópicos y, por ende, su uso es legal en muchos países como México.
Si bien los estudios clínicos no han demostrado que el cannabidiol influya directamente en las causas de los TCA, su importancia radica en el impacto del CBD en el SEC para influir en el apetito, el deseo de comer, la ansiedad asociada con la comida y a mejorar el estado de ánimo en general.
Beneficios del consumo de CBD en el tratamiento de la anorexia
Algunos de los beneficios del CBD que benefician a las personas que padecen anorexia son:
- Alivio del dolor en músculos y articulaciones
- Reducción de los mecanismos inflamatorios
- Coadyuvante en tratamientos de salud mental como la ansiedad
- Mejora el ciclo de sueño y descanso
- Regulación de neurotransmisores como la serotonina y dopamina
- Coadyuvante de tratamientos para adicciones
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